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Noel Gallagher’s High Flying Birds – Noel Gallagher’s High Flying Birds (Sour Mash)

Noel Gallagher’s High Flying Birds – Noel Gallagher’s High Flying Birds (Sour Mash)


Mientras su hermano menor irrumpía a principios de este año con Beady Eye, poblando portadas y manteniéndose en el ojo público con sus declaraciones que aún no parecen encontrar filtro, Noel Gallagher fraguó con parsimonia y lejos de cualquier foco de atención su regreso al mundo musical. Con un nuevo postulado de intenciones, esta vez alejado del timón de Oasis, y un nuevo nombre que defender: Noel Gallagher’s High Flying Birds.

Son diez canciones que, pese a figurar formalmente como debut, continúan el trabajo del británico en un escenario que no le es tan diferente. Todas los tracks llevan su firma y reflejan el lado más sensible del inglés, tanto en melodías como en letras. Así queda graficado con la hermosa ‘If I Had a Gun’ -compuesta en Sudamérica el 2009- y la desolación patente de ‘Stop the Clocks’, versión definitiva de un tema que venía dando vueltas desde al menos un lustro.

Asistida por Dave Sardy en la producción y grabada a partes iguales en Inglaterra y Los Angeles, esta placa muestra a su autor como un constante creador de canciones cuya perturbadora facilidad para elucurar melodías sigue tan imberbe como en los mejores días del ya extinto quinteto mancuniano. No duda en dar rienda suelta a sus ya conocidos retos electrónicos -‘AKA… What a Life!’- e instalar trompetas en ‘The Death of You and Me’, el primer single de este disco y, junto con ‘Dream On’, uno de sus puntos altos.

Más allá de la patente buena salud de su pluma, el primer paso en solitario de Noel Gallagher denota un mayor síntoma de libertad para si mismo. Por mucho que no se pueda borrar su antigua imagen de dictador, acá verdaderamente hace lo que le da la gana. Toca todos los instrumentos -excepto la batería y los teclados- y canta todas las canciones. Una mayor responsabilidad, que asume para entregarnos un álbum que brillará más por lo que contiene que por las bravatas de su compositor. “Noel Gallagher’s High Flying Birds” nunca nos hará olvidar a Oasis, está claro, pero sí nos devuelve la genialidad de su líder.